Seventeen
... tuvimos que salir corriendo, pues tu llegada parecía inminente, y mientras yo me cambiaba para entrar a verte nacer, tú saliste corriendo, de tantas ganas de llegar al mundo que traías.... eran las seis y poco de la mañana, y nosotros estabamos muy nerviosos, y muy contentos...

... eras tan pequeño... y yo tan joven.... y ya han pasado diecisiete años... Guardo para ti un ejemplar del periódico de ese día 23 de marzo de 1992, y el suplemento anual de ese año, el año olímpico.
Estoy muy contento contigo y te quiero tanto, tanto, hijo, que no sé ni cómo decirlo. Estoy muy orgulloso de ti. Soy mejor persona desde que te conozco y cada día te quiero más y te valoro más. En ti tengo depositadas todas mis esperanzas.
Felicidades, Alberto. Me haces muy feliz.
Estos años que empiezan ahora para tí, son realmente especiales.
Me encantará verte disfrutarlos.